¿Se puede amar a un auto?
El físico alemán Albert Einstein solía decir que el amor es la fuerza más poderosa del universo, pero al mismo tiempo, unas de las energías más incomprendidas y menos estudiadas por el hombre.
El amor es luz, dado que ilumina a quien lo da y recibe. El amor es gravedad porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El amor es potencia porque multiplica lo mejor que tenemos y permite que la humanidad no se extinga.
Por amor se vive y se muere, pero, ¿el amor es transferible a un objeto?, por ejemplo ¿se puede amar a un auto?
Hace un par de meses estuve cara a cara con Sergio “Checo” Pérez, piloto de F1 del equipo Red Bull Racing, y tuve la oportunidad de preguntarle si es posible amar un auto. Su respuesta fue contundente, digna de una persona que vive su vida a más de 350 kilómetros por hora detrás de un volante: “Sí el auto me hace ganar, puedo amarlo”.
Esto me hizo pensar ¿por qué amamos los autos? y mi respuesta fue inmediata. Amamos los autos porque son nuestros mejores amigos.
Solo piénsalo por unos minutos. Un auto nos acompaña en parte de los mejores momentos de nuestras vidas. Es en un auto donde tu padre llevó a tu madre al hospital para que llegaras a este mundo, es en un auto donde las familias viajan para tomar vacaciones memorables. Posiblemente diste tu primer beso o incluso tu anillo de compromiso a bordo de un auto.
Incluso adquirir tu auto se convirtió en uno de tus primeros grandes logros de vida.
Lo anterior se confirma gracias al libro de la escritora estadounidense Bernice Kanner “¿Eres normal acerca del sexo, el amor y las relaciones?” en el que plantea que este tipo de relaciones (auto-hombre) son más normales de lo que pensamos.
Por ejemplo, en una encuesta realizada por la escritora, se descubrió que 53% de las personas cargan una foto de su auto o la tienen en el escritorio para que otros lo admiren.
Otros datos sorprendentes son que el 12% de los encuestados compra regalos para su auto en festividades como San Valentín. Por ejemplo, el 42% un nuevo estéreo, el 34% detalles de personalización y el 15% perfume para el auto.
Por último tenemos una referencia que seguro te recordará a tu papá cuando le pedías prestado el auto y te decía que no ya que el 71% de los entrevistados admitieron que son muy protectores con respecto a que otras personas conduscan sus autos, incluso hay quienes no los dejan en el valet parking.
En este universo de reflexiones y datos solo queda decir que los autos son algo maravilloso, sin duda son amigos que nos acompañan en los momentos más importantes de nuestra vida y que día con día nos dan el regalo de la libertad.
¿Amas a tu auto? Cuéntanos por qué en los comentarios.
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